¿Qué ventajas otorga el uso de videojuegos y la gamificación en el aula?

Vivimos en una sociedad con nuevas tecnologías presentes en la vida cotidiana. Actualmente, cualquier actividad podemos realizarla a través de nuestros teléfonos móviles u ordenadores de forma casi inmediata, y es que la tecnología se encuentra integrada en cualquier ámbito del día a día, y, además, en estado de continuo desarrollo. De este modo, las novedades tecnológicas están siempre a la orden del día con el fin de mejorar y facilitar tanto nuestras tareas más cotidianas como las tareas que requieren un mayor esfuerzo humano. Todas estas nuevas tecnologías ofrecen infinitas posibilidades y están presentes en nuestra cotidianidad, lo que incluye también la educación. Desde el uso de pizarras electrónicas hasta la incorporación de ordenadores portátiles, la tecnología poco a poco ha ido abriéndose paso en el ámbito de la educación, ofreciendo recursos y materiales complementarios a la enseñanza tradicional. Todo ello con el fin de encontrar nuevas formas de docencia adaptadas a los nuevos tiempos, a la vez que se apuesta por un aprendizaje del alumnado mucho más dinámico. En este contexto, existe una nueva línea de pensamiento en la educación que apuesta por la gamificación o ludificación.

La gamificación consiste en una técnica de aprendizaje centrada especialmente en el aprovechamiento de los contenidos y las posibilidades que puede otorgar un videojuego dentro del ámbito de la educación, con el fin de obtener resultados favorables a la hora de la asimilación de conceptos por parte del alumnado y consiguiendo así una mayor implicación del alumno. De esta forma, el objetivo es mostrar cómo los videojuegos son una herramienta para la enseñanza.

“Los juegos no son solamente una fuente de entretenimiento, sino también un modelo a seguir sobre cómo deberían funcionar las escuelas, en sí, sobre cómo debería encararse todo proceso de aprendizaje”

Los estudios dedicados al análisis de las potencialidades cognitivas que pueden desarrollarse a través del buen uso de videojuegos abarcan temas desde la resolución de conflictos bajo presión, el desarrollo de la creatividad o incluso llegar a entrenar la concentración, entre muchas otras.

Es muy amplio el campo de contenidos que pueden desarrollarse a partir del uso de videojuegos en las aulas. Como objetivo principal, el uso del videojuego en el aula tiene que ser visto como una forma de enganchar, animar y crear interés en el alumnado, además de fomentar la imaginación y la curiosidad. El videojuego no deja de ser una manera de expresión artística a través de sus estudiados e imponentes escenarios, de tal forma que no será lo mismo observar una imagen totalmente plana de, por ejemplo, un templo griego, que conocer a través de un modelo en 3D dentro del juego las dimensiones de dicho templo, su estructura completa, sus formas y sus colores, convirtiendo esto en una manera muy dinámica de asimilar conceptos previamente estudiados.

Con todo ello, no se pretende sustituir la enseñanza tradicional con el uso de estas nuevas tecnologías en clase, sino que la finalidad se centra en la combinación de ambos tipos de enseñanza para obtener mejores resultados y diseñar un nuevo tipo de docencia más dinámica y acorde con la generación que está aprendiendo. Asimismo, el uso de nuevas tecnologías en las aulas también supone un reto para el profesorado, por lo tanto, resulta una buena oportunidad para establecer un feedback entre el alumno y el profesor e intercambiar conocimientos de forma que en la incorporación del videojuego a la enseñanza también participe el alumno aportando sus propios conocimientos informáticos. Además de ello, el uso de videojuegos también resulta beneficioso para el desarrollo de competencias relacionadas con la vida personal y el día a día del alumno, fomentando el trabajo en equipo y el desarrollo de una estrategia. Ya no solo vemos el videojuego como una herramienta de apoyo visual a la hora del estudio, sino que también trabaja otros aspectos como bien hemos venido explicando.